El objetivo de este trabajo es formular una propuesta fundamentada de tratamiento educativo de la diversidad en mi centro educativo, tomando en cuenta la diversidad, las causas que hacen diversos a los seres humanos y los principios de justicia en el respeto a la igualdad de derechos de toda persona. Partiendo de la existencia de tales requisitos previos, se desarrolla una propuesta de los elementos básicos que una acción educativa de calidad debe poner en acción las necesarias adaptaciones del entorno y de los materiales a utilizar, la adecuada organización de la institución escolar, el apropiado funcionamiento institucional y la acción pedagógica especializada. La atención a la diversidad tras una profunda reflexión y después de haber analizado la evolución que se ha llevado a cabo en la atención a personas con alguna necesidad especial, emerge hoy con particular intensidad el término “diversidad”, como “constructo” que engloba toda la amplia gama de necesidades que, de modo particular e individualizado, pueden presentar los seres humanos. Esta denominación se muestra en la actualidad como especialmente representativa de un movimiento que trata de profundizar en el estudio y en la actuación debida a cada necesidad individual en cuanto que ésta trata de acomodarse en la mayor medida posible y en las mejores condiciones de funcionamiento y de éxito a las necesidades especiales. El sujeto de la diversidad La condición de semejanza, que se extiende a todos los seres humanos, constituye el fundamento esencial para el otorgamiento a todas y cada una de las personas de la igualdad en el disfrute de los derechos que constituyen el patrimonio común de la humanidad. Esta igualdad en el otorgamiento de los mismos derechos se inscribe dentro de la aceptación de la diferencia entre unas y otras personas: en un sentido genérico, todos y cada uno de nosotros somos peculiares y, por tanto, diferentes de los demás. Pero existen, además, personas que, por su propia condición física, psíquica, funcional o contextual poseen especiales necesidades que revisten una mayor intensidad. Hacia tales personas que, por estar más necesitadas, deben recibir una atención más intensa para poder disfrutar de la proclamada igualdad de derechos, es a las que la sociedad y la educación deben mostrar una predilección más intensa, con la preocupación y el enfoque básico de que su vida transcurra en entornos lo más normalizados posible y con las personas de su núcleo familiar, social y grupo de edad.